Antes de que el COVID-19 llegase a nuestras vidas, los eventos empresariales eran uno de los sectores en auge en Euskadi. El tejido empresarial era consciente, cada vez más, de los innumerables beneficios de organizar encuentros en los que los asistentes participan a través de los 5 sentidos.
Podemos diferenciar en varios grupos los eventos empresariales los internos, organizados para los propios trabajadores y, los externos, aquellos organizados para clientes o proveedores.
Tal y como indica Sol Busca de la empresa EN CLAVE DE SOL, directora de la agencia de comunicación especializada en la organización de eventos empresariales. “Sin duda, hay cosas que son insustituibles: un abrazo, una mirada, un olor… Es verdad que los avances tecnológicos nos están permitiendo celebrar en streaming diversos eventos, pero las sensaciones no son comparables”.
Los eventos internos, refuerzan el sentimiento de pertenencia a la empresa, recuerda que más allá del trabajo diario, compartimos una visión y unos valores. Los equipos agradecen ser conocedores del rumbo de una maquinaria de la que ellos son un engranaje, así como de compartir con sus compañeros, momentos más distendidos.
Los eventos externos, por otro lado, permiten a las empresas sacar músculo y lucirse ante clientes que agradecen su hospitalidad y conocer de primera mano avances, productos, servicios… Ahora hay una pregunta que nos asoma diariamente: ¿Volveremos a esto? “Sin duda, de hecho, tenemos varios clientes queriendo organizar eventos internos tan pronto volvamos a “la normalidad” precisamente para fortalecer relaciones y, para disfrutar de una jornada en la que compartir sonrisas tras una situación de tanta inestabilidad laboral y personal para todos” opina Sol Busca.