La inspección realizada en la residencia Txara I de Donostia a raíz de una denuncia de ELA, ha concluido que 16 de los 116 usuarios pasaron más tiempo acostados del que debían y que durante 9 de los 31 días de agosto hubo menos horas de enfermería de las que establece el catálogo.
La diputada de Políticas Sociales de Gipuzkoa, Maite Peña, ha explicado que la inspección se llevó a cabo en el periodo vacacional y se constató que «hubo enfermería todos los días salvo durante nueve días, que se ofrecieron menos horas de los establecido», pero que fueron compensadas con «más horas de cuidadoras» de las que debería haber. Es decir, Peña ha contextualizado el incidente con el problema para sustituir las vacaciones del personal de enfermería motivado por la pandemia, «es un problema estructural».
Por otro lado, la Diputación reconoce que a 16 usuarios de Txara I se les acostó pronto y se les levantó más tarde de lo normal, pero niega que hayan estado sin comer 16 horas tal y como apuntaba ELA. «No han estado sin comer, se les ha ofrecido recena», aunque hayan estado acostadas «más tiempo del que se considera que es beneficioso para ellos», ha explicado Peña.
Tras esta inspección se ha otorgado al centro «un plazo de tiempo para mejorar» las cuestiones que se han detectado antes de volver a comprobar «si se han cumplido los protocolos».