Este mensaje cargado de ironía ha aparecido en la fachada de la biblioteca madrileña Manuel Alvar y no deja de compartirse en redes.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR