A pesar de que el entrenador de una entidad deportiva de la comarca del Bidasoa acusado de ciberacoso a varias chicas menores de su club ha reconocido los hechos y ha sido condenado a dos años de cárcel y una multa de 1.800 euros, no entrará en prisión debido a que su pena ha sido suspendida con la condición de que no vuelva a delinquir en los dos próximos años.
La sentencia también indica que el hombre no podrá comunicarse con sus víctimas ni aproximarse a ellas durante cinco años y deberá permanecer en situación de libertad vigilada otros cinco años. Asimismo, el condenado ha sido inhabilitado para cualquier actividad relacionada con menores de edad.