El Premio Donostiako Jazzaldia del 51 Heineken Jazzaldia es para Ellis Marsalis.
El festival donostiarra ha presentado este martes el programa definitivo que desplegará del 20 al 25 de julio, que incluye 132 actuaciones musicales (85 serán gratuitas) en 20 escenarios diferentes, entre los que se incluye, por primera vez, la plaza de la Constitución.
455 músicos intervendrán en la 51ª edición del Jazzaldia, que este año contará con la participación estelar de dos voces femeninas de primer orden.
El programa cuenta con estrellas tan importantes como Diana Krall, Gloria Gaynor, Jan Garbarek, John Scofield, Brad Mehldau, Ellis Marsalis, Branford Marsalis con Kurt Elling, Snarky Puppy, Ibrahim Maalouf, Jack DeJohnette, Dave Douglas, Steve Coleman y muchas más. Establece un récord en cuanto al número de actuaciones y de escenarios utilizados, repartidos por toda la ciudad y alrededores. Están programadas 132 actuaciones, de ellas 84 gratuitas, en 20 escenarios.
Hay, además, alguna novedad interesante: el prestigioso saxofonista Jerry Bergonzi dará un concierto más, el 24 de julio a las 12:30 en el Club Victoria Eugenia, además del ya previsto el 23 de julio a las 12:30 en el Museo San Telmo, cuyas entradas están agotadas.La venta de entradas marcha a buen ritmo, habiéndose agotado también las del concierto de Josemi Carmona y Javier Colina en San Telmo el 25 de julio, así como los abonos para el Auditorio Kursaal.
El 51 Heineken Jazzaldia otorgará el Premio Donostiako Jazzaldia, prestigioso galardón instaurado en 1994, a Ellis Marsalis.
Ellis Marsalis (Nueva Orleans, 1934), renombrado pianista, padre de músicos de postín (Winston, Branford, Delfeayo y Jason), tiene una reconocida fama mundial por su labor como educador musical y maestro, entre otros, de intérpretes como Terence Blanchard, Donald Harrison, Harry Connick, Jr. o Nicholas Payton. El Jazzaldia de San Sebastián ha decidido concederle el premio Donostia, su máxima distinción, por ser «un ejemplo para las siguientes generaciones del jazz».
El premio es una placa decorativa en la que aparecen la Plaza de la Trinidad, sede histórica del Festival, y los motivos por los que se concede el premio; entre otras cosas, ser un ejemplo para las siguientes generaciones del jazz.