La Diputación de Gipuzkoa implantará peaje en la N-I para costear su mantenimiento anual y, a partir de 2018 los 12.000 camiones que circulan diariamente por esa vía tendrán que pagar.
El 60% de los 12.000 camiones que transitan diariamente por la N-I en Gipuzkoa no es de este territorio y utiliza esta vía como paso para sus destinos a Europa u otros puntos de España.
La medida se llevará a cabo con la intención de que el tráfico extranjero contribuya a mantenerla.
El Gobierno foral había planteado liberar del pago a los transportistas guipuzcoanos, que han protestado por esa medida, pero se ha descartado por razones legales ya que la Directiva Europea no permite «discriminar» al tráfico y realizar ningún tipo de bonificación por razón de origen.
Por ello, para «disminuir la afección sobre los camioneros autóctonos», el Ejecutivo foral ha optado por dividir el trazado en tres tramos, en Irún, Andoain (antes de la incorporación a la A-15) y Etxegarate, de modo que sólo abonarán el viaje completo los vehículos que pasen por los tres puntos.
El trazado completo tendrá un coste de diez euros, pero los tramos intermedios, que efectúan con mayor frecuencia los transportistas guipuzcoanos, serán sensiblemente más baratos.
En el caso del paso por Andoain, el coste será de menos de un euro.
El denominado sistema AT se basa en la tecnología FreeFlow y consistirá en la identificación de los vehículos mediante seis arcos colocados en los citados puntos de Irún, Andoain y Etxegarate (uno en cada sentido), por lo que no habrá cabinas de peaje físicas.
El pago de peaje será automático para los camiones que cuenten con el dispositivo de pago electrónico VIA-T, que en la actualidad es utilizado por el 85% de los vehículos. Al resto del tráfico pesado, que abona las autopistas con tarjeta o metálico.
Además del ahorro económico, el Gobierno foral destaca que esta medida permitirá «equilibrar los tráficos» y «descongestionar» la saturada N-I, ya que se prevé un trasvase de camiones a la AP-8 y a la AP-1.